miércoles, 16 de enero de 2008

Auto Homicida



Tomo el último pedazo de dignidad que me queda
lo tomo y lanzo contra algunas cabezas frías,
contra mi mano que atormenta la infante razón
siempre perdida
ya sea de noche o de día.
Hay quienes conocen tan de cerca mis sienes
y cada uno de los divorcios que contraje,
adolorido y sin disfraces,
que contraje con mi cuerpo,
mal herido y desnutrido,
reservorio de huérfanos y aliento corrosivo
Y sigo saboreando el inicio y fin de este espasmo.
Y sigo siendo yo mismo
quien se place en degollar voluntad y ganas de esperar