domingo, 21 de octubre de 2007

Cadáver de un acorde


Capturado y sin manos
acuno el misterio platinado
de un deseo mutilado.
Y ¿Cómo es que perdí mis manos?
Quizás al rozar
mi aliento acorazado,
quizás al estrellarlas
contra los brazos
de aquel susurro reservado.
Esta vez no es el silencio
quien ha sentenciado
si no cada palabra que tropieza y se quiebra
en el falso olvido disfrazado.

1 comentario:

Gerth dijo...

el titulo me gusto... tan misterioso como su contenido... pero siempre con ese toque melancólico... melancolía decías... asi es... melancólico... lo reflejas bien...

saludos niña