sábado, 25 de agosto de 2007

Aliento seco


Útil seria rebanar el cuerpo
Casi agónico de estos versos
Que mantienen unidas mis palabras
a las cabezas sin cabezas,
a los bostezos del tiempo
a los aromas emanados de un cuerpo
coronado de insultos y besos.
Útil seria pincelar de vez en cuando
el otro pedazo de día,
ese otro que respira,
cuando he dejado la hipocresía.

viernes, 24 de agosto de 2007

Lejos



Fugitivos se alimentan de
la caricia incandescente del deseo.
Buscando la última silueta del atardecer
desnudan cada paso de las olas
y atraviesan entrelazados la inmensidad del tiempo
Muchas veces han sentido caer desde sus brazos
infinitud de caricias rojas, hoy desaparecen
sumergiéndose entre las rocas.

martes, 21 de agosto de 2007

Siempre es poco


Quema hasta el último destello
que pudiera impactar mi cuerpo hoy enraizado en el desconsuelo.
Quiebra cada hueso y arranca cada resentimiento.
Quítame el sabor y déjame solo este elegante color.

No pude delimitar mi sonrisa,
no pude retenerme frente a la brisa,
no pude evitar quedarme sentada
saboreando los recuerdos.
Solo pude entregarte
las manos del silencio
solo pude dejar atardeceres pintados sobre tu espalda
esperando ver en ella renacer para mí el alba.

Creo que no retornaras con el viento azul
y profundo de mi deseo.
Creo que no retornaras de tus viajes maravillosos al mundo nuevo

domingo, 19 de agosto de 2007

Retrato en borrador



Despierto al tacto de las cenizas
y respiro el fuego que rearma la brisa
de cada palabra que aterriza
en la plegaria oscura de mi cuerpo.
Quieta frente a los ojos y el corazón áspero
de quienes ahuyentan las estelas mágicas de una canción otoñal
dibujo los contornos de la puerta;
pasadizo hacia la claridad y candidez de un espíritu fugitivo.
Mi mascara se quiebra
al tacto de la Mujer
que siempre llega,
que nunca espera estrellas,
que rasguña mis venas de manera sutil,
que no palidece danzante en el horror,
que busca pedazos de recuerdos en una flor
y arropa mis silencios cargados de dolor.
Tengo acervo de cristales rotos
que de cuando en cuando se incrustan en mi alma.
Tengo manos que maldicen la suavidad
de las caricias protocolares
y pies que se desarman al tacto del suelo
alfombrado de cadáveres sinceros.
Labios que no son parte de mi cuerpo si no
parte de cada verso.
Piel pálida oscurecida por las mentiras
de un roce siniestro.
Ojos prisioneros de un atardecer
enmudecido por la incandescente
jugarreta de siluetas
y piernas que recorren los senderos
del misterio y el temor.

viernes, 10 de agosto de 2007

Que hago


Que hago con dos pedazos de fuego atados al cuello
Que hago con el brillo de mi brazo fugitivo en la simplicidad del misterio
Que hago con mis piernas enfrascadas en el cuerpo del placer sereno
Que hago con estos labios que desarman el rectilíneo sendero
Que hago si se esconde para mí la luz del ojo sin miedo
Que hago si no puedo montarme sobre el corcel
que antes de ti franqueaba la delimitación sanguinaria
de un atardecer sin dueño
Que hago con las manos del sol
agonizantes y danzantes en tu pelo
Que hago si el susurro de las horas me despierta
mas hambriento de tiempo
palpitaciones y castigo risueño

lunes, 6 de agosto de 2007

Solo yo


Junto a este primer rayo de mi mas retorcido amanecer
trato de comprender que fuiste, que eres y en que colores se perdió la realidad.
Respirando el fantasma de tu respiración
escucho el más placentero quejido,
es el quejido de lo que tengo y de lo que guardo.
Creí que te habías llevado los días
y junto con ellos el aroma dulce de mis palabras y sus acciones.
Creí que habías tomado firme entre tus dedos
los secretos enmudecidos por el miedo.
Creí que te maravillabas
aplastando mi silueta oculta entre el silencio y la ternura.
Creí que por la laguna viajaban
Pies descalzos que me hacían retornar segura

Eres el agridulce y quieto encanto de la fugacidad
hecha estabilidad
en mis versos sin alma
Eres la tibieza oscura de la calma
Eres palabras y seductor del contenido real que en ellas habla
No escapas a la imagen secreta de lo deseado
Pero hoy revives el grito agónico
de lo que preferí mantener alejado
Eres hermoso impostor
que se pierde despacio hoy
con cada eco de mi voz

sábado, 4 de agosto de 2007

Dedicado


Con las siluetas y sin ellas entre mis brazos
respiro el aroma incandescente de las risas fugaces
que dejaste estampadas sobre mi espalda.
Con los cuerpos de cada palabra enmudecida
rearmo estos versos
que yacen entrelazados en tu aliento.
Despiértame y hazme sentir
cada gota del silencio.
Quiebra las sombras y dibújame en cada beso.
Alimentas el destello
del caudal y el misterio
que se pierde entre mis piernas
y deja convertida en flor
mis espinas y temor.

Verdugo


En capullo a quedado el aliento de tu querer
hoy arden frescas las rosas de las palabras en cada acción.
No pretendo aniquilar lo que la brisa otoñal despierta
pero he comprendido que en silencio puedo mantenerme despierta.
Tratar de amar es casi tan siniestro e irreal
como hacerle creer al silencio
que la lluvia pudiese limpiar
alguna vez su cuerpo
sucio de tiempo y espera.
Durante tu teatral mentira
saboreaste la calidez
temerosa y pálida de mi regazo.
Extrajiste el color violeta de mis ojos
presos de la melodía fresca
que habitaba en tus palabras disfrazadas
con la sangre cristalina de la inocencia.
Depositaste el veneno invisible
que hoy deja convertido en cenizas cada abrazo.
Desnudaste mi cuerpo exhausto
y lo abrigaste de protocolar encanto.
Derribaste las mascaras
que comían de mis manos
y lograste dejar instalado sobre mi canto
el arco iris que emanaba
de tu pecho entrelazado
secretamente en mi llanto.
Hoy eres y para siempre
verdugo que se desprende
con cada destello del natural verde.

Hoy


Perdida en la boca subterránea del tiempo
busco el camino de regreso a casa.
Polvorientos y fríos
son los brazos de Octubre
cundo no existe espalda fuerte
que pueda protegerme de la brisa incandescente
que remueve los fantasmas
y parte en dos mi alma.
Las voces siniestras no callan
y parece que perderé esta batalla.